El capitalismo, nuestro monstruo

De nuestro archivo

Marcelo Guardia Crespo

http://estemarcegua.blogspot.com/2015/12/el-capitalismo-nuestro-monstruo.html
Reflexiones de Marcelo Guardia Crespo sobre culturas, artes y comunicación. Publicado el  31/12/2015

Está de moda echarle la culpa de todo al capitalismo como si éste fuera un gigantesco y peligroso monstruo ajeno a nuestra voluntad. Olvidamos que se trata de una relación creada por humanos en base a la oferta y demanda de nuestras propias necesidades.

Es un modelo con contradicciones y problemas de desigualdad que generan injusticia. Una de sus mayores consecuencias es el deterioro del planeta por la explotación irracional de los recursos naturales. El cambio climático es el caso más preocupante en los últimos años y sus consecuencias inciden en la vida de grandes poblaciones en todo el planeta. La mayor parte pobres.

Pequeñas y grandes acciones humanas afectan todos los días el medio ambiente. La mala relación con el agua y la contaminación por el mal uso de la basura son ejemplos de actos cotidianos de responsabilidad de los ciudadanos. Enormes cantidades de minerales se extraen para la producción de bienes imprescindibles o a veces innecesarios para la vida humana.

Decenas de camiones con troncos salen legal e ilegalmente de la zona del trópico para que grandes aserraderos conviertan los pulmones naturales en muebles y madera para construcción. Es un factor que está afectando violentamente el ecosistema todos los días.

Para una visión simplista el capitalismo es el origen de la desforestación. Pero los simplistas construyen sus discursos instalados en muebles de madera amazónica fina y bien acabada. Utilizan papel y recursos tecnológicos fabricados con materias primas extraídas ferozmente de la naturaleza. Los madereros son apenas intermediarios entre las selvas y los consumidores. Nosotros.

La muerte del lago Poopó es uno de los desastres naturales más vergonzosos y tristes de los últimos años. El calentamiento global tiene incidencia en este problema. Pero también la mano de personas y grupos con intereses económicos.

El río Desaguadero es el principal proveedor de agua para el lago. Las últimas décadas ha sufrido varias intervenciones humanas que han acabado reduciendo los caudales para su existencia y de las diversas formas de vida vegetal y animal.

Agricultores han hecho acequias de riego para sus cultivos cuyos frutos irán al mercado para atender la demanda de consumidores de alimentos. Algún ente estatal está al tanto de esas redes de extracción descontrolada de agua que no tiene visión integral del sistema.

Mineros han construido canales para completar sus procesos de extracción de minerales que alimentarán las industrias de productos que luego irán a satisfacer la demanda de consumidores en Bolivia y el mundo. Alguien tuvo que autorizar esa construcción porque no se puede incidir discrecionalmente en un sistema ambiental tan importante sin el visto bueno de instancias competentes.

Esas minas nacionales e internacionales invierten capital para obtener enormes ganancias por la explotación y venta del mineral. Los precios están regidos por las cotizaciones mundiales de cada producto. En Bolivia el mineral más exportado es el zinc seguido por otros como el estaño. El principal comprador de minerales es Estados Unidos. El país capitalista más fuerte del mundo en cuyo Tesoro Nacional existe dinero boliviano ganando intereses para cubrir los bonos para niños y madres.

Discursos políticos recurren a la construcción simplista de un supuesto monstruo capitalista que evita la comprensión real de los problemas sociales. Se invisibiliza los verdaderos responsables y se evita soluciones sistémicas de tratamiento de los problemas. Toda transacción se rige por las reglas del mercado de las que participamos sacando beneficio. La población urbana y rural abraza este sistema como la mejor posibilidad de ascensión social económica y simbólica en un mundo donde el poder y la riqueza se han convertido en valores fundamentales incluso en desmedro del mismo planeta.

El autor es comunicador social

estemarcegua.blogspot.com